Coaching

Sexo entre amigos

Siempre ha existido la creencia generalizada de que el sexo puede arruinar una relación de amistad. Si bien se tiene socialmente establecido que, en la mayoría de los casos, el sexo fuera de una relación romántica conduce a un perjuicio emocional y causa la destrucción de la misma, empiezan a surgir nuevos modelos exitosos de relaciones de pareja.

Puede que alguna vez se te haya pasado por la cabeza la idea de tener sexo con tu mejor amigo o amiga. Esa persona con la que tienes una conexión especial, que te comprende de verdad, quien está ahí cuando necesitas un hombro sobre el que llorar, con quien te desahogas, a quien le hablas acerca de tus miedos, alegrías, inquietudes, con quien te ríes hasta que te duele el estómago, quien permanece a tu lado incluso, cuando no hay nadie más.

Contrariamente a la creencia de que el sexo puede arruinar una relacion, la académica Heidi Reeder, realizó un estudio en el que se demostró que, llevar una vida sexual activa en relaciones de amistad que no son noviazgos o matrimonios puede aportar numerosos beneficios.

“La construcción social de roles satisfactorios en el sexo entre amigos”, el estudio de la Universidad Estatal de Boise, (EEUU) afirma que, el sexo casual entre amigos ayuda a reforzar la relación en lugar de a dificultarla.

Se analizaron los comportamientos de 300 jóvenes. De las personas que admitieron haber tenido relaciones sexuales con un amigo o una amiga, el 76% reconoció que, después de un tiempo, la relación de amistad y confianza había salido reforzada.

Es más, el 50% de los que reconocieron haber tendido relaciones sexuales con amigos, acabaron en una relación formal.

Lo fundamental para que este tipo de uniones funcione es que exista una buena comunicación y que se establezcan, a priori, las bases sobre las que marchará dicha relación.

Los amigos con “derecho” o amigos con “beneficio” son personas que comparten mucho tiempo juntos, interactúan y se conocen muy bien, el sexo es más cariñoso y afectuoso que una simple aventura.

No se acuestan por acostarse con alguien, si así fuera, lo harían con cualquiera.

Son personas que se entienden emocional y sexualmente, se atraen y por eso se buscan.

El vínculo que existe entre ellos no exige compromiso, no riñen, y disfrutan de una buena relación, las peleas son casi inexistentes.

Tienen buena química, quieren que el otro esté bien y no piden nada a cambio. La relación puede durar lo que dure la amistad

Este tipo de relaciones tiene algunos aspectos a favor y otros en contra.

Entre los primeros encontramos que tener un amigo con “derecho”, resulta más higiénico y seguro que tener sexo con alguien a quien acabas de conocer. Al existir una amistad previa, el tema de los anticonceptivos y las medidas sobre sexo seguro son más fáciles de hablar porque los dos se conocen bien . Además de saber de antemano, cuáles son las preferencias y gustos del otro en la cama.

Este tipo de relaciones no demandan compromiso, no se establecen rutinas, existe libertad absoluta por ambas partes, y es lícito no concebir que puedan existir planes futuros con esa persona.

En contra, el peligro radica en que uno de los dos se acabe enamorando y que este no sea correspondido. Puede suceder que, al involucrarnos sexualmente con alguien, no podamos controlar los sentimientos y nos enamoremos o empecemos a sentir algo más profundo por esa persona.

Debemos ser conscientes de que la relación nunca llegará a la siguiente etapa, a no ser que los dos quieran. Si estamos con alguien por diversión y eso ha quedado claro desde el principio, es muy complicado que la relación llegue a algo más profundo, aunque puede que aparezcan sentimientos de frustración por una de las partes.

Como no existe un compromiso, no existe exclusividad en la relación y si aparece alguien más, pueden surgir celos.

Además, si uno de los dos acaba enamorándose de una tercera persona, y los dos están de acuerdo , ¡perfecto! Pero si se acaba echando de menos al otro, surgirán emociones que habrá que saber gestionar porque ya no se podrá hacer nada por recuperar la relación.

Y si cuando termine esta etapa no hay acuerdo, se acabará la amistad y no os volveréis a hablar por muy maduros que seais. Si se rompe la relación también la amistad se romperá.

Aunque puede ocurrir que os acabéis enamorando, que descubráis que estáis hechos el uno para el otro y la relación se vuelva estable.

Responder